martes, 22 de abril de 2008

Las coincidencias de los regímenes fascistas

en América Latina y Europa no son difíciles de encontrar. Sin titubear podríamos decir que una de ellas es su vinculación con la iglesia católica. Así es, en tales casos nos encontramos de manera recurrente con un clero por demás solapador, oportunista y aterrador (más de lo normal).
Es increible que ahora los yunquistas hayan tenido la nefasta idea de recurrir a algunos de sus propios ideólogos (sic), sus héroes inspiradores, para su consuetudinario trabajo sucio. En efecto, bajaron de los nichos de su Panteón a personajes apuntalados en su particular hagiografía para utilizarlos de modo chaquetero en pos de denostar un evento que -dicho sea de paso- también me parece bastante deleznable: la toma de las tribunas legislativas por parte de unos dóciles borregos a las órdenes de su pastor mayor, el nativo de Macuspana.
¿Acaso los dolidos panistas arropados en asociaciones civiles apócrifas no tienen el menor conocimiento de la Historia Universal contemporánea? La respuesta es obvia. Más triste resulta todavía el hecho de que los mexicanos por enésima ocasión nos vayamos con la finta de la crucifixión e imaginemos al peje a partir del multicitado spot con uniforme militar, peinado bastante relamido y bigotito al estilo de Chaplin. ¡Qué tal ese najiiijmo tropical!
Una caricatura del monero Helguera publicada en La Jornada me parece bastante ilustrativa de tan incongruente conducta de los blanquiazules. Desde su limitada cosmovisión tendrían sentido los ataques y alusiones negativas hacia Hugo Chávez, Fidel Castro y hasta contra Rius. ¡Pero mira que atentar contra sus propios íconos más que paradigmáticos!


Por su parte, la "beligerancia" de los perredistas no puede ser ningún paliativo que esconda su desconocimiento de la Historia. Su cultura tampoco da para mucho. Conformémonos con el enorme esfuerzo que les implicó relacionar a sus grupos de choque femeninos con aquellas mujeres fieras y leales que tiempo ha seguían fielmente a sus hombres en los campos de batalla. ¡Bienvenidas "adelitas" del siglo XXI!
Sin embargo, ninguno de los ilustres oradores del FAP logra advertir y revirar la conexión tan cercana que en su momento tuvieron con la jerarquía católica los supuestos alter egos del peje. En su lugar, siguen con su pachanga "chévere", la cual se desarrolla de manera lógica si tomamos como referente cualquier reunión bullanguera. Lo que inició como un convivio entre cuates dispuestos a pasársela bien, ha ido aumentando de tono conforme transcurre la madrugada y circulan las bebidas "espirituosas", se acumula el sueño, las necedades y comienzan a emerger las netas. Las tribus terminaron por hacer sus bolitas en dos rincones de San Lázaro y ya se muestran entrados, cuchicheando entre sí. La fragmentación se evidencia cada día más, al grado que el recinto legislativo -ese que tiene grabado en letras de oro los nombres de varios constructores de la patria- ha sido testigo de una muestra más de que los diputados son finísimas personas (¡cómo olvidar la "roqueseñal", las orejas de burro de otro idem, la máscara de puerquito de Razcón!) Pues bien, les presento en seguida la "güeroseñal", sáludo más que fraterno lanzado por el coordinador del PRD en la Cámara Baja a sus propios compañeros.

Por cierto, como un dato chocante podemos construir el top ten de la lista que ya integra Hitler, Mussolini, Pinochet y Huerta. Para completarlo, a continuación incluyo a otros dictadores fascitas a lo largo del siglo XX: Videla (Argentina), Franco (España), Stroessner (Paraguay), Salazar (Portugal), Trujillo (República Dominicana) y Bordaberry (Uruguay). Todos ellos dieron al traste con regímenes republicanos.